Definitivamente, una de las enormes ventajas de vivir y trabajar en la Ciudad de México, es la gran variedad gastronómica de la que gozamos ya que, contamos con lugares para todos los gustos y presupuestos, comida internacional y obviamente la nacional, en la cual, definitivamente, podemos presumir de tener quizás (dependiendo de los gustos personales) la mejor colección de sabores del mundo. Pero obviamente, dentro de lo nacional, hay comidas que destacan del resto, ya sea porque cuentan con un abanico único de delicias o porque sus ingredientes han influenciado al resto de las comidas del país y, en este rubro queda exactamente la comida oaxaqueña.
En este artículo no nos extenderemos en hablar de todo lo que nuestro paladar debe de agradecer al Estado de Oaxaca, pero si hablaremos de uno de los restaurantes que la representan dignamente en nuestra querida y caótica capital de México, me refiero a “La casa de la Tlayuda”, un acogedor rincón decorado con motivos oaxaqueños y de la cual, junto con la ciudad de Tijuana, podemos disfrutar todos los que habitan o visitan al anteriormente conocido como Distrito Federal.

Enclavado en la emblemática colonia Roma, en la Avenida de los Insurgentes Sur, número 280, muy cerca de la Glorieta de los Insurgentes y enfrente de la estación del Metrobús Álvaro Obregón, podrán ver resaltando el letrero de “La casa de la Tlayuda”, la cual inmediatamente resonará en nuestra mente como ese delicioso antojo oaxaqueño, también conocido como la pizza mexicana (para aquellos que nos visitan desde el extranjero y se hagan una idea de qué es una tlayuda).
La realidad es que no esperen un gran y lujoso salón, por el contrario, se trata de un local pequeño y acogedor, bastante privado y especial para una charla relajada o un momento íntimo familiar, entre amigos o con tu pareja. La música consiste en una variedad de música típica mexicana junto con versiones un poco más actuales de las mismas melodías, siempre con el toque folclórico, la cual no nos ataca de forma estridente, sino que, por el contrario, nos mantiene un fondo musical relajado. Como mencionamos, no se trata de un gran restaurante en dimensiones, entonces no esperen encontrar un estacionamiento si es que llegan en un vehículo propio, así que les recomendamos dejar su automóvil en alguno de los múltiples estacionamientos de la colonia Roma, porque lo más probable es que no logren encontrar un espacio de parquímetro disponible y que se encuentre cercano al lugar.
Ya @casadelatlayuda xq quiero #mole! Y la carta se ve de chuparse los dedos #Oaxaca #tlayuda #enmoladas pic.twitter.com/IFUXUH2tu4
— Momenti Culinari (@MomentiCulinari) April 16, 2016
Pasemos a hablar ahora de lo más interesante y delicioso. La casa de la Tlayuda cuenta con una variedad aceptable de platillos típicos de Oaxaca, aunque como su nombre lo indica, su especialidad son las tlayudas, de las cuales encontrarán desde las más típicas hasta algunas un poco más exóticas (que curiosamente son las de ingredientes con más historia) como lo son las de chapulines o con productos del mar como lo son las de pulpo o las de camarones.
Nuestra experiencia comenzó cuando el mesero amablemente nos dejó instalados en nuestra mesa, la cual dejó provista de un pequeño recipiente con cacahuates salados (conocidos por algunos como estilo español) y dos deliciosas salsas, una de chile habanero y otra de cacahuate. Después de analizar el menú, nos decantamos por dos deliciosas y clásicas tlayudas abiertas, una de tasajo y otra de chorizo, las cuales fueron acompañadas por un par de limonadas en su punto.
Nuestra crítica a los platillos:

Como era de esperar y como debe ser en toda tlayuda que se respete, el tamaño era de esos que de inicio te preguntas si lograrás terminar, hasta ahí todo muy bien, en el caso de la tlayuda de tasajo, quizás la cantidad de carne no era mucha, pero la podemos dejar en el rango de suficiente, por parte de la de chorizo, la cantidad de este ingrediente lo dejamos en adecuada. Donde quizás ambas se encontraron con un pequeño problema fue en la cantidad de queso Oaxaca o quesillo, la cual quizás esperaríamos al menos un poco más, siendo opacado por la desproporcionada cantidad de col, el resto de los ingredientes eran en las cantidades justas que debe de tener una excelente tlayuda, además de que podemos asegurar que todos los ingredientes eran de alta calidad y frescura.

Después de cubrir nuestro apetito y un poco más con las respectivas tlayudas, pedimos (a manera de postre porque definitivamente nuestros estómagos no soportarían más volumen) una bebida fría llamada “tejate”, la cual es servida en una tradicional jícara artesanal con motivos oaxaqueños.
#Tejate consentir por la @casadelatlayuda, te estamos esperando! pic.twitter.com/eY6Vxwytlr
— Casa de la Tlayuda (@casadelatlayuda) July 6, 2015
Para los que no sepan lo que es el tejate, se trata de una deliciosa bebida fría, elaborada a base de maíz, cacao y hueso de mamey, todo molido, la cual, es perfectamente servida y preparada en “La casa de la Tlayuda” y cuyo sabor aquí es perfecto, sin ser demasiado dulce ni dejar una sensación desagradable por el desequilibrio de los ingredientes.
Otros factores
El tiempo de espera no es excesivo, además de que la atención brilla por la amabilidad y respeto de los meseros, los cuales, sin ser intrusivos están perfectamente atentos cuando se les requiere.
Los asientos son rústicos pero cómodos, además de que cuentan con percheros para poder colocar mochilas o bolsas de mano y quedar libres en los asientos.
En cuanto a tecnología, los lugares cuentan con tomas de corriente tanto para enchufes trifásicos como con conexiones USB en caso de que deseen cargar sus equipos portátiles, los cuales además gozarán de una red wifi con una velocidad eficiente.
En cuanto a las formas de pago, es posible pagar tanto en efectivo como con tarjeta de crédito o débito, pero no se confíen en esto último pues la terminal electrónica puede presentar algunos fallos.
Bueno, esperamos que les haya sido de utilidad esta reseña y visiten en la primera oportunidad que tengan a “la casa de la Tlayuda”, les aseguramos que pasarán un momento muy delicioso y agradable.