Fotografía de Roberto G. Contreras.
He caminado todo el día, buscando descanso, buscando comida, son las 5 de la tarde y la luna se empieza a asomar, estoy cansado, llevan muchos días desde que ellos llegaron, seres pálidos, blancos, largos y feroces, se acerca la noche y tengo miedo, ya no puedo huir, ya no puedo correr. Ahora ya no tengo familia, no tengo a nadie, he caminado por días y no he encontrado a nadie. He estado huyendo.
La luna se empieza a asomar. Y pensar que antes veía la luna y me encantaba, esa luna tan hermosa y tan maravillosa.
¿Cómo sé que vinieron de ahí? La realidad es que no lo sé, sólo sé que la luna cambió, de verse blanca y hermosa se empezó a ver de tonos rojos y, de repente, aparecieron ellos.
Ahora la luna me da miedo. Alcanzo a ver los cráteres de la luna y me dan miedo. Sé lo que viene por mí, no lo tolero más, estoy cansado de huir, estoy cansado de correr, estoy cansado de pensar… ellos se acercan.