En Cuautitlán, se llevó a cabo la restauración de 27 sahumadores prehispánicos que fueron descubiertos en 2016 cerca del Parque Juárez. Estos sahumadores, conocidos en náhuatl como tlémaitl, se convirtieron en un símbolo del municipio y su figura fue adoptada como logo por el recién abierto Museo Histórico del municipio. La restauración se realizó entre 2022 y 2024 bajo la coordinación de Josué Alcántara Morales.
El proceso incluyó la identificación, limpieza general, unión de fragmentos, fijado de capa pictórica, reposición de faltantes, resanado y reintegración cromática. Además, se detectaron zonas frágiles que requirieron fijado con mucílagos y adhesivos especiales para garantizar la estabilidad de las piezas.
Finalmente, se elaboraron embalajes con material amortiguante y libre de ácidos para asegurar la protección y conservación de esta valiosa colección arqueológica.
Importancia de los sahumadores
La importancia de los sahumadores prehispánicos de Cuautitlán es significativa en varios niveles:
Histórico: Estos sahumadores, conocidos en náhuatl como tlémaitl, fueron descubiertos en 2016 durante la supervisión de obras públicas cerca del Parque Juárez. Fueron depositados en tres capas entre 1350 y 1521 d.C., cuando Cuautitlán era tributario de la Triple Alianza. Esto los sitúa en un contexto histórico específico y relevante, proporcionando información sobre las prácticas y ceremonias religiosas de la época.
Antropológico: Los sahumadores tienen una forma parecida a la de una cuchara grande, con una cazoleta hemisférica para la combustión del incienso y un mango largo y hueco que contenía esferas de barro, rematado con la forma de una cabeza de serpiente. Su diseño sugiere una función doble: contener plantas y resinas aromáticas, principalmente copal, y servir como instrumentos sonoros que imitaban el cascabeleo de las serpientes. Esto nos da una visión de las prácticas rituales y las creencias de las comunidades prehispánicas.
Arqueológico: La restauración de estos sahumadores implicó un proceso meticuloso que incluyó la identificación, limpieza, unión de fragmentos, fijado de capa pictórica, reposición de faltantes, resanado y reintegración cromática. Este proceso no solo preserva las piezas, sino que también proporciona información valiosa sobre las técnicas de manufactura y los materiales utilizados en su creación. Además, la fragilidad de las piezas y la necesidad de técnicas especiales para su conservación resaltan la importancia de estos objetos como artefactos arqueológicos únicos.
Restauración hecha por expertos del CINAHEM
La restauración de los sahumadores prehispánicos de Cuautitlán fue llevada a cabo por un equipo de expertos en conservación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El proceso se realizó entre 2022 y 2024 bajo la coordinación del restaurador Marco Antonio Moreno Zermeño. Además, participaron Josué Alcántara Morales y Juan Nolasco Rodríguez Ríos, quienes trabajaron en conjunto con tres jóvenes estudiantes de la Licenciatura en Arqueología de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Los resultados obtenidos fueron significativos. Se logró la restauración completa de las 27 piezas, que incluyó la identificación, limpieza general, unión de fragmentos, fijado de capa pictórica, reposición de faltantes, resanado y reintegración cromática. Durante la limpieza, se detectaron zonas frágiles que requirieron fijado con mucílagos y adhesivos especiales para garantizar la estabilidad de las piezas. Finalmente, se elaboraron embalajes con material amortiguante y libre de ácidos para asegurar la protección y conservación de esta valiosa colección arqueológica.
Museo Histórico de Cuautitlán, su hogar permanente
Los sahumadores prehispánicos restaurados se pueden observar actualmente en el Museo Histórico de Cuautitlán. Este museo, que recientemente abrió sus puertas, ha adoptado la figura de los sahumadores como su logo, destacando la importancia de estas piezas como símbolo del municipio.